La boca de un hombre mayor está sin dientes, pero nunca sin palabras de sabiduría.
La felicidad, como el arco iris, no se ve nunca sobre la casa propia, sino sólo sobre la ajena.
La herida causada por una lanza puede curar, pero la causada por la lengua es incurable.
La humanidad se divide en tres clases: los inamovibles, los móviles y los que se mueven.