El amor y la tos no pueden ocultarse
El arma es enemiga de su dueño.
El avaro desollaría a un piojo para obtener su piel.
El ayer es dinero gastado. Mañana es dinero por venir. Usa pues el día de hoy que es dinero en efectivo.
El barro se endurece al fuego, el oro se ablanda.
El buen hombre vale más que las grandes riquezas.
El buen tienpo y el mal tiempo están dentro de nosotros, no fuera.
El buscador es descubridor.
El caballo conoce por la brida al que lo guía.
El carcelero es un prisionero más.
El cazador busca la pieza, la pieza no busca al cazador.
El cazador no se frota con grasa y se pone a dormir junto al fuego.
El cazador que persigue a un elefante no se detiene para tirar piedras a los pájaros.
El cielo escucha las plegarias del corazón, no de la voz.
El clavo que sobresale siempre recibe un martillazo.
El corazón de una persona mala nunca es puro.
El corazón en paz ve una fiesta en todas las aldeas.
El corazón es un niño: espera lo que desea.
El día nunca retrocede de nuevo.
El dolor embellece al cangrejo.
El dragón inmóvil en aguas profundas se convierte en presa de los cangrejos.
El dueño de la casa sabe donde gotea su tejado.
El dueño del perro no obedece a su perro.
El embustero es un almacén de promesas y de excusas.
El enamorado es el camarada del alma.