Conocer las cosas que lo hacen a uno desgraciado, ya es una especie de felicidad.
Cuando la felicidad nos sale al paso nunca lleva el hábito con que nosotros pensábamos encontrarla.
Cuando se dice que el dinero no hace la felicidad se alude, evidentemente, al de los demas.
Cuando uno dice que sabe lo que es la felicidad, se puede suponer que la ha perdido.
Dicen que la felicidad es un instante, ¿pero acaso la vida no es una suma de instantes?.
El camino hacia la riqueza depende fundamentalmente de dos palabras: trabajo y ahorro.