En la prosperidad nuestros amigos nos conocen, en la adversidad los conocemos a ellos.
En la vida humana sólo unos pocos sueños se cumplen; la gran mayoría de los sueños se roncan.
En lo que parecemos, todos tenemos un juez; en lo que somos, nadie nos juzga.
En nuestros locos intentos, renunciamos a lo que somos por lo que esperamos ser.
Entre todos los pueblos, fueron los griegos quienes más bellamente soñaron el sueño de la vida.