Era un escritor con una gran imaginación: Imaginaba que todos sus libros se venderían.
Es muy fácil perdonar a nuestros enemigos cuando no tenemos los medios de aniquilarlos.
Es preferible morir con honor que vivir con la vergüenza de un tirano dictando nuestros rumbos.
Es rey quien nada teme, es rey quien nada desea; y todos podemos darnos ese reino.
Es una prueba de poca amistad no darse cuenta del retraimiento de la de nuestros amigos.
Existe en todos nosotros un fondo de humanidad mucho menos variable de lo que se cree.
Gracias a nuestra ignorancia, que no a nuestros conocimientos, vamos seguros por la vida.