El destino tiene dos maneras de herirnos: negándose a nuestros deseos y cumpliéndolos.
El hombre puede renunciar a todos los placeres que quiera, pero no va a renunciar a su sufrimiento.
El mejor recurso de nuestros días para ahorrar en mano de obra es 'mañana'.
El mejor sistema filosófico de todos es el de Jesucristo: el sistema de la benevolencia.