Aquel que gobierna por medio de su excelencia moral puede compararse a la estrella polar, que permanece en su sitio en tanto todas las demás estrellas se inclinan ante ella.
Aquel que tiene un porqué para vivir se puede enfrentar a todos los "cómos".
Aquella se puede llamar felicidad, que con nuestros deseos se mide.
Aquellos que cederían la libertad esencial para adquirir una pequeña seguridad temporal, no merecen ni libertad ni seguridad.
Así como el individuo no está solo en el grupo, ni nadie es la sociedad solo entre los demás, el hombre no está solo en el universo.
Así como en una tarde de toros una buena tanda de muletazos puede valer por toda la corrida, así en la vida sucede con algunos logros.
Así como hermosa es la moral del nuevo testamento así también difícilmente puede negarse que su perfección depende en parte de la interpretación que ahora le ponemos a sus metáforas y alegorías.
Así es el hombre, ese gran y verdadero anfibio cuya naturaleza puede vivir en mundos heterogéneos y separados.
Asombro: lo más elevado a que puede llegar el hombre.
Aunque hayas hecho una obra de arte realmente espantosa, puede tratarse de un eslabón necesario hacia tu próximo trabajo.
Aunque tengas una familia numerosa, otórgate un territorio personal donde nadie pueda entrar sin tu permiso.
Azar es una palabra vacía de sentido, nada puede existir sin causa.
Bendito sea el caos, porque es síntoma de libertad.
Bien analizada, la libertad política es una fábula imaginada por los Gobiernos para adormecer a sus gobernados.
Bien lo sabe Dios, que en el mundo del amor, no habrá nadie que te quiera más que yo.
Bien puede haber puñalada sin lisonja, mas pocas veces hay lisonja sin puñalada.
Bien puede pesarle a todos los demonios, pero en mí no tendrán jamás cabida.
Bien sabido es que la ambición tanto puede volar como arrastrarse.
Busca la libertad, don tan preciado como sabe quien por ella dé la vida.
Cada persona, en su existencia, puede tener dos actitudes: construir o plantar. Los constructores un día terminan aquéllo que estaban haciendo y entonces les invade el tedio. Los que plantan a veces sufren con las tempestades y las estaciones, pero el jardín jamás para de crecer.
Carta echada, no puede ser retirada.
Cascar una nuez no es realmente un arte, y en consecuencia nadie se atrevería a congregar a un auditorio para entretenerlo entonces ya no se trata meramente de cascar nueces. O tal vez se trate meramente de cascar nueces, pero entonces descubrimos que nos hemos despreocupado totalmente de dicho arte porque lo dominábamos demasiado, y este nuevo cascador de nueces nos muestra por primera vez la esencia real del arte, al punto que podría convenirle, para un mayor efecto, ser un poco menos hábil en cascar nueces que la mayoría de nosotros.
Casi nadie repara por sí mismo en el mérito de otro.
Chau, amor mío, pero el desencanto puede ser tán fuerte por quererte tanto que ni aún la muerte pueda ahogar el llanto de mi soledad.
Claro que vivimos en un mundo en el que nadie es quien dice ser.