La cortesía es como el aire de los neumáticos: no cuesta nada y hace más confortable el viaje.
La diversión es como un seguro, cuanto más viejo eres más te cuesta.
La mejor manera de retener a los clientes es pensar todo el tiempo en cómo darles más por menos.
La sonrisa es una verdadera fuerza vital, la única capaz de mover lo inconmovible.
Las atrocidades no lo son menos si ocurren en laboratorios y se llaman investigación biomédica.