Cuanto más amamos a alguien menos conviene halagarle.
Cuanto más conozco a los hombres, menos los quiero; si pudiese decir otro tanto de las mujeres me iría mucho mejor.
Cuanto más conscientes somos de qué somos realmente, menos problemas tenemos.
Cuanto más numerosas son las cosas que quedan para aprender, menos tiempo queda para hacerlas.
Cuanto más posee el hombre, menos se posee a sí mismo.
Cuanto mayor es la fortuna, es menos segura.
Cuanto mayor es la prosperidad, tanto menos se debe confiar de ella.
Cuanto menos aporta un político, más ama a la bandera.
Cuanto menos dinero necesitemos más libre seremos.
Cuanto menos poseemos, más podemos poseer.
Cuanto menos se lee, más daño hace lo que se lee.
Cuanto menos se lleve a cabo, más corta parece la vida.
Cuesta demasiado diseñar productos a partir de grupos cerrados. La mayoría de las veces la gente no sabe lo que quiere hasta que se lo enseñas.
Cuesta más responder con gracia y mansedumbre, que callar con desprecio. El silencio es a veces una mala respuesta, una respuesta amarguísima.
Cuesta mucho distinguir a los estúpidos que se hacen pasar por canallas de los canallas que se hacen pasar por estúpidos. Por eso siempre será dificil juzgar bien a los políticos.
Dame la ternura desde el sueño, dame ese cucurucho de sorbete que tenés en la sonrisa, dame esa lenta caricia de tu mano. Yo te daré pájaros que cantaran tu nombre desde lo más alto de los arboles.
De ninguna suerte debemos fiarnos menos que de la buena.
De un tiempo a esta parte me cuesta tanto, tanto, tanto, me cuesta tanto no amarte.
Decía también que los ciudadanos no menos debían pelear por la guarda de sus leyes que por su misma ciudad. Porque sin leyes de ninguna manera la ciudad se puede conservar, mas sin murallas muy bien puede permanecer.
Dile a tu pareja al menos una vez al día, lo sensacional que es y lo que la amas.
Donde menos se piensa, salta la liebre
Dos caminos se bifurcaban en un bosque y yo, yo tomé el menos transitado, y eso hizo toda la diferencia.
Echarás de menos los males a los que hoy buscas remedio.
El autor es el que menos cobra... De la edición de mi novela Corazón tan blanco, por la que el lector paga ocho dólares, yo me llevo sólo 40 centavos.
El bien es lento porque va cuesta arriba. El mal es rápido porque va cuesta abajo.