Cuando las mujeres se besan, siempre recuerdan a los boxeadores profesionales cuando se estrechan las manos.
Cuando se es rico, siempre se baila bien.
Cuando tengo que elegir entre dos males, siempre prefiero aquel que no he probado.
Cuando un hombre estúpido hace algo que le avergüenza, siempre dice que cumple con su deber.
Cuando un hombre hace el tonto, siempre es por una mujer.
Cultivaa una mente optimista, utiliza tu imaginación, considerar siempre las alternativas y se atrevete a creer que se puede hacer posible lo que otros piensan que es imposible
De dinero y bondad, siempre la mitad.
De mi madre aprendí que nunca es tarde, que siempre se puede empezar de nuevo; ahora mismo le puedes decir basta a los hábitos que te destruyen, a las cosas que te encadenan, a la tarjeta de crédito, a los noticieros que te envenenan desde la mañana, a los que quieren dirigir tu vida por el camino perdido.
Debes tener siempre fría la cabeza, caliente el corazón y larga la mano.
Deja de estar pensando siempre que causas alguna molestia, coacción o perturbación a tu prójimo. Si así fuera, la gente ya protestaría, y si no tuviera el valor para hacerlo, es su problema.
Descubrí que siempre tengo opciones ya veces es sólo una elección de actitud.
Desde que te sabemos hasta donde te recordamos. En tu memoria siempre nuestra sangre se mezcló con tus entrañas.
Determínese despacio lo que para siempre se resuelve.
Detrás de un patriota hay siempre un comerciante.
Dichoso es el que no espera nada porque siempre estará satisfecho.
Dios es justo siempre, aún cuando nos perdona.
Dios mío, casi no he creído nunca en tí, pero siempre te he amado.
Dios siempre me dió una segunda oportunidad en la vida.
Dios, aunque invisible, tiene siempre una mano tendida para levantar por un extremo la carga que abruma al pobre.
Distraerse significa casi siempre cambiar de aburrimiento.
Donde el camino me llevó siempre una lumbre daba abrigo pero yo nunca conocí qué es una patria y un hogar.
Donde hay concordia siempre hay victoria.
Donde rompen los amantes para siempre queda el monumento de su despedida. Lo volverán a ver intacto y marmóreo cuantas veces pasen por este sitio
Dondequiera que vayas, busca siempre la belleza y la inmensa bondad de dios.
Dos cosas llenan el animo de admiración y respeto, siempre nuevos y crecientes, cuanto con mas frecuencia y aplicación se ocupa de ellas la reflexión: el cielo estrellado sobre mi y la ley moral en mi.