El que no cree en si mismo miente siempre.
El que no tiene opinión propia siempre contradice la de los demás.
El que ostenta el poder es siempre impopular.
El que quiere estudiar amor se queda siempre en alumno.
El que sabe desdeñar su vida, sabrá siempre honrarla.
El que siempre busca grandezas, alguna vez la encuentra.
El que va acompañado de una linda mujer sabe que los amigos hallados en la calle tienen siempre más cosas que decir que cuando vamos solos.
El que vive enamorado delira, a menudo se lamenta, siempre suspira, y no habla sino de morir.
El rendirse a la ignorancia y llamarla dios siempre ha sido prematuro y sigue siéndolo hoy día.
El sabio en la virtud debe siempre hacer fundamento.
El sabio no dice nunca todo lo que piensa, pero siempre piensa todo lo que dice.
El sabio siempre quiere aprender; el ignorante siempre quiere enseñar.
El secreto de la felicidad no está en hacer siempre lo que se quiere, sino en querer siempre lo que se hace.
El sentimiento más profundo se revela siempre en el silencio.
El tema de la envidia es muy español. Los españoles siempre están pensando en la envidia. Para decir que algo es bueno dicen: "Es envidiable".
El temor es siempre la confesión de una debilidad que desaconseja la lucha y no quiere ni ver al adversario.
El tiempo es el mejor autor: siempre encuentra un final perfecto.
El tiempo siempre está maduro, la pregunta es para qué.
El trabajo ayuda siempre, puesto que trabajar no es realizar lo que uno imaginaba, sino descubrir lo que uno tiene dentro.
El trabajo endulza siempre la vida, pero los dulces no le gustan a todo el mundo.
El trabajo hecho con gusto y con amor, siempre es una creación original y única.
El trabajo y la lucha llaman siempre a los mejores.
El único fenómeno con el cual la escritura ha sido siempre concomitante es la creación de ciudades e imperios, es decir la integración de un gran número de individuos en un sistema político, y su clasificación es castas o clases...
El único modo de decir la verdad es hablar siempre con amor.
El universo siempre conspira a favor de los soñadores.