Los sentimientos de amor y temor de dios no tienen su origen en dios, si no en los seres humanos. Son sentimientos de frustración dirigidos por el hombre a un ser imaginario que pretende sea su padre.
Los sentimientos de culpa son muy repetitivos, se repiten tanto en la mente humana que llega un punto en que te aburres de ellos.
Los sentimientos de nuestro corazón, la agitación de nuestras pasiones, la intensidad de nuestros sentimientos debilitan sus conclusiones y reducen al filósofo profundo a un mero plebeyo.
Los sentimientos deben analizarse y nunca obedecerse.
Los sentimientos son inocentes como las armas blancas
Los sentimientos son los instrumentos de que dispone el sujeto para estar interesado en los objetos que le rodean. Sin los sentimientos seríamos prácticamente muebles.
Los sentimientos y las costumbres que son base de la felicidad pública se forman en el hogar doméstico.
No hay nada que desespere tanto como ver mal interpretados nuestros sentimientos.
No se hace buena literatura con buenas intenciones ni con buenos sentimientos.
Nuestros pensamientos más importantes son los que contradicen nuestros sentimientos.
Quien ha sabido preservar su decoro sabe lo que vale el ajeno, y lo respeta.
Respeta a otros y otros respeterán a ti.
Si el hombre no debe ahogar sus sentimientos, tendrá entonces que practicar la amabilidad hacia los animales, ya que aquel que es cruel con los animales se vuelve tosco en su trato con los hombres. Se puede juzgar el corazón de un hombre por su trato a los animales.
Si no se respeta lo sagrado, no se tiene nada en que fijar la conducta.
Si soy como todos los demás, si no tengo sentimientos o pensamientos que me hagan diferente, si me adapto en las costumbres, las ropas, las ideas, al patrón del grupo, estoy salvado; salvado de la temible experiencia de la soledad. Los sistemas dictatoriales utilizan amenazas y el terror para inducir esta conformidad; los países democráticos, la sugestión y la propaganda.
Sólo los buenos sentimientos pueden unirnos, el interés jamás ha forjado uniones duraderas.
Todo conocimiento comienza por los sentimientos.-
Un artista en ciernes puede tener las más profundas visiones, sentimientos, pero sin destreza no hay arte.
Una buena parte de los hombres no tiene más vida interior que la de sus palabras, y sus sentimientos se reducen a una existencia oral.
Una de las desgracias de nuestra época es que, al querer deshacernos de los sentimientos de culpa injustificados, también hemos relegado al olvido muchos que eran justificados.
Una mente lúcida y un buen corazón acompañados por sentimientos cálidos, son las cosas más importantes. Si la mente no se dirige a los pensamientos positivos y elevados, nunca podremos hallar la felicidad.
Vivimos sólo de nuestros pobres, bellos, y magníficos sentimientos, y cada sentimiento que lastimamos es una estrella que apagamos.