Dios es un pobre diablo, con un problema demasiado complicado para sus fuerzas. Lucha con la materia como un artista con su obra. Algunas veces, en algún momento logra ser Goya, pero generalmente es un desastre.
Dios mío, casi no he creído nunca en tí, pero siempre te he amado.
Dios no habría alcanzado nunca al gran público sin ayuda del diablo.
Disminuye el deseo de todas las cosas cuando la ocasión es demasiado fácil.
Donde el camino me llevó siempre una lumbre daba abrigo pero yo nunca conocí qué es una patria y un hogar.
Dos cojos nunca se miran con buenos ojos; y dos vizcos, con más motivo.
El ajedrez es un juego que me apasionó de joven, pero un buen día me empezó a tomar demasiado tiempo y entonces lo eliminé.
El alma es un don demasiado precioso para que dios la dé al hombre por nada. Éste ha de ganarla, siendo o haciendo algo.
El alma noble nunca muere, más allá de su eternidad brillarán sus huellas.
El amor jamás reclama; da siempre. El amor tolera, jamás se irrita, nunca se venga.
El amor no envejece nunca; muere en la infancia.
El amor nunca deja de ser....
El amor nunca hizo ningún cobarde.
El amor nunca muere de hambre; con frecuencia de indigestión
El amor nunca muere de hambre; con frecuencia, de indigestión.
El amor nunca se muere de hambre, generalmente lo hace por indigestión.
El amor nunca se paga sino con puro amor.
El amor nunca tiene razones, y la falta del amor tampoco. Todo son milagros.
El arte nunca progresa, evoluciona.
El avaro nunca hace cosa acertada sino cuando muere.
El buen tiempo y el amor son dos cosas de las que nunca podemos estar seguros.
El cálculo nunca hace al héroe.
El consejo del escarmiento las más de las veces llega tarde.
El corazón de la madre es el único capital del sentimiento que nunca quiebra, y con el cual se puede contar siempre y en todo tiempo con toda seguridad.
El corazón de una persona mala nunca es puro.