Cuando tratamos de descubrir lo mejor que hay en los demás, descubrimos lo mejor de nosotros mismos.
Cuatro cosas hay que me hubiera pasado mejor sin ellas: amor, curiosidad, pecas y dudas.
Dar ejemplo no es la principal manera de influir sobre los demás; es la única manera.
Después de la propia sangre, lo mejor que el hombre puede dar de si mismo es una lágrima.