Todos los problemas tienen la misma raíz: el miedo, que desaparece gracias al amor; pero el amor nos da miedo.
Todos los ríos van al mar, pero el mar no se desborda.
Todos mienten, pero no importa porque nadie escucha.
Todos piensan en cambiar el mundo, pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo.
Todos podrían herir a la verdad. Pero nadie podría matarla.
Todos pueden matarme, pero no todos pueden herirme.
Todos somos culpables, pero si hubiera que repartir responsabilidades las mayores caerían sobre las clases dirigentes.
Todos somos iguales ante la ley, pero no ante los encargados de aplicarla.
Todos son locos, pero el que analiza su locura, es llamado filósofo.
Todos tenemos orígenes comunes: las madres; todos nosotros venimos de la misma sima, pero cada uno –tentativa e impulso desde lo hondo- tiende a su propio fin.
Toma consejo en el vino, pero decide después con agua.
Toma problemas prestados, si te lo dicta tu naturaleza, pero no los prestes a tus vecinos.
Tómate tiempo en escoger un amigo, pero sé más lento aún en cambiarlo.
Trabajamos siempre para dar forma a nuestra vida, pero copiando sin querer, como un dibujo, los rasgos de la persona que somos y no los de aquélla que nos agradaría ser.
Tratar a la gente bien te llevará mucho más lejos en la vida que el atletismo. Trabaja duro, pero trabaja duro para hacer a alguien sonreír.
Tres pasiones, simples pero abrumadoramente fuertes, han gobernado mi vida: el anhelo de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por el sufrimiento de la humanidad.
Triste amor es aquel en que los amantes se acuestan por primera vez en la tumba.
Triste como el destello de la luna, solo, como la luna solitaria, es el recuerdo de ese amor maldito, como mi alma.
Triste cosa es el sueño que llanto nos arranca, mas tengo en mi tristeza una alegría... ¡Sé que aún me quedan lágrimas!.
Triste mujer, es su pelo teñido es el otoño.
Triste puedo estar solo; para estar alegre necesito compañía.
Tu puedes dar sin amar, pero no puedes amar sin dar.
Tube el sexo mil veces pero nunca hice el amor.
Tus circunstancias pueden no ser de tu agrado, pero no han de seguir siendo las mismas si concibes un ideal y luchas por alcanzarlo.
Un amigo verdadero conoce tus debilidades pero te hace notar tus fortalezas; siente tus miedos pero fortifica tu fe; reconoce tu falta de habilidad pero acentúa tus posibilidades.