Cuando el amor es la normas, no hay voluntad de poder, y donde el poder se impone, el amor falta.
Al amor, como a una cerámica, cuando se rompe, aunque se reconstruya, se le conocen las cicatrices.
Cuando el amor ha sido una comedia, forzosamente el matrimonio tiene que derivar en drama.
Cuando encontramos el amor encontramos también la razón y el sentido de la vida toda.
Cuando se teme a alguien es porque a ese alguien le hemos concedido poder sobre nosotros.