Creo que, en la vida práctica, el éxito, el auténtico éxito, tiene algo un tanto indecoroso; hay algo en la ambición que es siempre indecoroso.
Creo que, si en el nacimiento de un niño una madre pudiera pedirle al hada madrina dotarlo con el mejor regalo, éste sería la curiosidad.
Cuando Dios creó el Mundo vio que era bueno. ¿Qué dirá ahora?
Cuando se derrite la nieve. ¡Sueltan los caballos en el pueblito!.
De no ser por sus gritos extraviadas las garzas en la nieve matinal.
Debo poner mi vida en peligro y venir hasta Pakistán porque creo que el país está en peligro. La gente está preocupada. Vamos a sacar al país de esta crisis.
Dios creó al hombre a su imagen significa, probablemente, que el hombre creó a Dios a la suya.
Dios creó el desierto para que el hombre pudiera sonreir al ver las palmeras.
Dios, que te creó sin ti, no te salvará sin ti.
El cielo aclara la luna y la nieve es un mismo color.
El dios en quien yo creo no nos manda el problema, sino la fuerza para sobrellevarlo.
El divorcio probablemente se remonta a la misma época que el matrimonio. Yo creo, sin embargo, que el matrimonio es algunas semanas más antiguo.
El hombre, en su orgullo, creó a Dios a su imagen y semejanza.
El pensamiento positivo es algo más que un eslogan. Cambia la forma en la que nos comportamos. Creo firmemente que cuando soy positivo, soy mejor y hago mejores a los demás.
El ruibarbo en la nieve más pálido brilla púrpura.
En la nieve Las luces de la hilera de casas Que me cerraron la puerta.
En la primera nieve. Las flores de los narcisos casi no se doblan.
En ningún momento he dudado que las mujeres son tontas. Al fin y al cabo el Todopoderoso las creó a imagen y semejanza de los hombres.
Es como para creer que al buen dios, que creó el mundo, no le gusta que los hombrecillos tengan por su parte (aunque a su reducida escala) una pasión parecida.
Es para mí una alegría oír sonar el reloj: veo transcurrida una hora de mi vida y me creo un poco más cerca de Dios.
Escribir es perdurar en la palabra, creo que sólo la ausencia puede nombrar a la ausencia. Pronunciar una palabra es fundar ya el olvido.
Estoy aquí por estar, y la nieve sigue cayendo.
Fe: Yo te quiero porque te creo y no porque te entiendo.
Flores en primavera, la luna en otoño, una brisa fresca en verano, nieve en invierno. Si tu mente no está ocupada de cosas innecesarias, ésta es la mejor estación de tu vida.
He tratado de buscar el sentido de estas dos palabras, comunicación y compromiso, porque lo creo fundamental para el esclarecimiento de la situación.