Hay gente dispuesta a defender la libertad hasta que no quede de ella el menor vestigio.
Hay gente que cree que el único equipo que se necesita para discutir de religión, es una boca.
Hay poca gente lo bastante cuerda que prefiera la censura provechosa a la alabanza traidora.
Hay que emplear mucha prudencia al formarnos nuestras opiniones y más todavía al cambiarlos.
La admiración por los libros me llevó a escribir. Yo admiraba a la gente por transferencia.