La vida es muy rápida; hace que la gente pase del cielo al infierno en cuestión de segundos.
Las mujeres son secretistas por naturaleza, y les gusta practicar el secreto por su cuenta.
Las sociedades deben juzgarse por su capacidad para hacer que la gente sea feliz.
Las tonterías dejan de serlo cuando son realizadas de forma atrevida por gente con sensibilidad.
Lo que consideramos justicia es, con mucha frecuencia, una injusticia cometida en nuestro favor.