Desde el momento en que cogí su libro me caí al suelo rodando de risa. Algún día espero leerlo.
El arte de amar se reduce a decir exactamente lo que el grado de embriaguez del momento requiera.
El momento correcto para empezar no es mañana o la próxima semana, sino ahora.
El momento elegido por el azar vale siempre más que el momento elegido por nosotros mismos.
El placer de leer es doble cuando se vive con otra persona con la que compartir los libros.
El placer de leer todo se duplica cuando uno vive con alguien que comparte los mismos libros.