Concede a tu espíritu el hábito de la duda, y a tu corazón, el de la tolerancia.
Construyamos con nuestro corazón lo que a otros se les hace difícil construir con sus manos.
De la semilla que arrojes un huerto plantaré y a él te allegarás para llenar tu corazón.
De los innumerables escalones que conducen a mi corazón él subió tan sólo quizás dos o tres.