Aquel que lleva en el corazón una visión maravillosa, un ideal noble, algún día lo realizará.
Aquello que sale del corazón, lleva el matiz y el calor de su lugar de origen.
Aún en el sueño más profundo, saber que eres tú. Y más aún: oír el sonido de tu corazón. Y besarlo.
Cada obra de amor, llevada a cabo con todo el corazón, siempre logrará acercar a la gente a Dios.
Ciertos hombres de mal corazón creen reconciliarse con el cielo cuando dan una limosna.