He cometido el peor pecado que uno puede cometer. No he sido feliz.
Hoy el sol brilla para la humanidad; pero puesto que para nosotros no puede iluminar más dichosos días, me considero feliz al morir, sobre todo si mi muerte puede adelantar un sólo minuto la llegada del venturoso día en que aquél alumbre mejor para los trabajadores. Yo creo que llegará un tiempo en que sobre las ruinas de la corrupción se levantará la esplendorosa mañana del mundo emancipado, libre de todas las maldades, de todos los monstruosos anacronismos de nuestra época y de nuestras caducas instituciones.
Hoy la tierra y los cielos me sonríen, hoy llega al fondo de mi alma el sol, hoy la he visto..., la he visto y me ha mirado.... ¡hoy creo en Dios!.
Incluso el pasado puede modificarse; los historiadores no paran de demostrarlo.
Incluso la paz se puede comprar a un precio demasiado alto.
Incluso un camino sinuoso, difícil, nos puede conducir a la meta si no lo abandonamos hasta el final.
Inexplicable angustia, hondo dolor del alma, recuerdo que no muere, deseo que no acaba.
Jugar, y nunca perder, no puede ser.
La alegría en el alma sana se cría.
La ambición es un vicio, pero puede ser madre de la virtud.
La amistad de dos personas es de fundamental importancia, ya que sin el otro, uno no puede ser amigo de nadie más.
La amistad es un alma que habita en dos cuerpos; un corazón que habita en dos almas.
La amistad no puede ir muy lejos cuando ni unos ni otros están dispuestos a perdonarse los pequeños defectos.
La amistad puede convertirse en amor. El amor en amistad. . . Nunca
La amistad puede convertirse en amor. El amor en amistad. . . Nunca.
La ansiedad es un arroyito de temor que corre por la mente. Si se le alimenta puede convertirse en un torrente que arrastrará todos nuestros pensamientos.
La arquitectura es el testigo insobornable de la historia, por que no se puede hablar de un gran edificio sin reconocer en él el testigo de una época, su cultura, su sociedad, sus intenciones. . .
La arquitectura exalta algo. Por eso, allí donde no hay nada que exaltar, no puede haber arquitectura.
La arquitectura tiene el monopolio del espacio. Solamente ella, entre todas las artes, puede dar al espacio su valor pleno.
La astucia puede tener vestidos, pero a la verdad le gusta ir desnuda.
La audacia puede ser magia.
La belleza complace los ojos; la dulzura encadena el alma.
La belleza no hace feliz al que la posee, sino a quien puede amarla y adorarla.
La biblia es para mí el libro. No veo como puede alguien vivir sin ella.
La brevedad es el alma del ingenio.