El alma que hablar puede con los ojos también puede besar con la mirada.
El alma triste en los gustos llora.
El hallazgo afortunado de un buen libro puede cambiar el destino de un alma.
Es increíble la fuerza que el alma puede infundir al cuerpo.
Lo más triste del amor es que no sólo no puede durar siempre, sino que las desesperaciones son también olvidadas pronto
Lo más triste del amor es que no sólo no puede durar siempre, sino que las desesperaciones son también olvidadas pronto.
Lo más triste es que la única cosa que se puede hacer durante ocho horas al día es trabajar.
Mi mente es incapaz de concebir una cosa como el alma. Puede que esté errado y que el hombre tenga un alma, pero yo simplemente no lo creo.
Se puede tener, en lo más profundo del alma, un corazón cálido, y sin embargo, puede ser que nadie acuda a él.
Si cultivas con excesivo mimo el jardín secreto de tu alma, puede llegar a hacerse demasiado exuberante, a desbordar el espacio que le corresponde y, poco a poco, a invadir otras regiones de tu alma que no estaban llamadas a vivir en secreto. Y así puede ser que tu alma entera acabe convirtiéndose en un jardín cerrado y, pese a su esplendor y su perfume, sucumba a su propia soledad.
El alma tiene ilusiones, como el pájaro alas. Eso es lo que la sostiene.
El más libre de todos los hombres es aquel que puede ser libre dentro de la esclavitud.
Quien puede decir cuanto ama, pequeño amor siente.
(...) Se puede guiar a los hombres haciéndolos pensar por sí mismos, pareciendo dudar con ellos, conduciéndolos, como de la mano, sin que se den cuenta.
-Un pequeño cambio positivo puede cambiar tu día entero o tu vida entera.
. . . Por ley de historia, un perdón puede ser un error, pero una venganza es siempre una infelicidad. La conciliación es la ventura de los pueblos.
A gran orgullo, alma pequeña.
A la brisa, a la abeja, a la hermosa el rosal puede dedicar la rosa.
A la intemperie, se va infiltrando el viento hasta mi alma.
A las ovejas se las puede esquilar pero no despellejar.
A lo que no puede ser, paciencia.
A los hombres se les puede dividir en dos categorías: los que hablan para decir algo, y los que dicen algo por hablar.
A los silenciosos no se les puede quitar la palabra.
A mí dadme lo superfluo, que lo necesario todo el mundo puede tenerlo.
A ningún hombre debe obligársele a hacer el trabajo que puede hacer una máquina.