Tenemos la misma savia y la misma raíz, haya comercio, pues, entre nosotros.
Tenemos la suficiente religión para odiarnos unos a otros, pero no la bastante para amarnos.
Tenemos más fuerza que voluntad, y a menudo para disculparnos a nosotros mismos suponemos que las cosas son imposibles.
Tenemos que afrontar el hecho de que o vamos a morir juntos o vamos a aprender a vivir juntos. Y si vivimos juntos, tenemos que hablar.
Tenemos que aprender a no asombrarnos de habernos encontrado, de que la vida pueda estar de pronto en el silencio o la mirada.
Tenemos que apreovechar cuando la suerte está de nuestro lado y hacer todo lo posible por ayudarla, de la misma manera que ella nos está ayudando.
Tenemos que hacer planes para la libertad, y no sólo para la seguridad, por la única razón de que sólo la libertad puede hacer segura la seguridad.
Tenemos un Cielo tan piadoso, que no envía el daño sin el remedio.
Todas las obras del hombre tienen su origen en la fantasía creadora. ¿Qué derecho tenemos entonces a la amortización de la imaginación?.
Todo el mundo puede tener un buen día. El problema aparece cuando tenemos un mal día. Es entonces cuando nos ponemos a prueba. En un sentido tangible, un mal día, mucho más que un buen día, muestra nuestra verdadera esencia.
Todo es presencia, todos los siglos son este presente.
Todos aman la vida, pero el hombre valiente y honrado aprecia más el honor.
Todos aquellos planes que no sean trazados plenamente según todas las disposiciones del género, tienen que fracasar.
Todos caminaron. Pero pocos dejaron huellas. . .
Todos deben casarse; no es lícito sustraerse egoístamente a una calamidad general.
Todos deseamos llegar a viejos; y todos negamos que hemos llegado.
Todos desean saber, pero pocos pagar el trabajo que vale.
Todos desean vuestro bien. No dejéis que os lo quiten.
Todos duermen no queda nada entre la luna y yo.
Todos en este mundo en la cumbre de un infierno ¡A contemplar las flores!.
Todos esperan, convocados por un silencio de campanas; todos esperan, sombra a sombra, que por sus ojos hable el alba.
Todos estamos aparentemente atrapados en un mundo mental en el que las visiones se diluyen con la ensoñación y el deseo.
Todos estamos aquí por casualidad; ríe todo lo que puedas.
Todos estamos aquí por una razón especial.Deja de ser un prisionero del pasado. Conviértete en el arquitecto de tu futuro.
Todos estamos aquí porque. . . Creemos. . . Que la pobreza es intolerable en un mundo de abundancia. Y todos estamos aquí porque estamos convencidos -- más bien sabemos -- que podemos terminar con la pobreza en el espacio de nuestra vida, con nuestras propias manos y nuestras propias mentes.