No tengo ninguna estima por el hombre que a los veinte años no ha sido nacionalista o comunista.
Para el que cree no es necesaria ninguna explicación; para quien no cree, toda explicación sobra.
Para rezar a Dios con devoción no hace falta creer en Dios según los dogmas de ninguna religión.
Pocas o ninguna vez se cumple con la ambición que no sea con daño de tercero.
Por ninguna parte veo un dios de la vida, veo sólo ciegos que adornan sus crímenes con dios.
Porque ninguna lágrima rescata nunca el mundo que se pierde ni el sueño que se desvanece.
Primero tienes que aprender las reglas del juego. Luego tienes que jugar mejor que nadie.