Ei filósofo no es ciudadano de ninguna comunidad de ideas. Esto es lo que lo hace ser filósofo.
El universo es una esfera infinita cuyo centro está en todas partes y la circunferencia en ninguna.
El universo es una perversa inmensidad hecha de ausencia. Uno no está en casi ninguna parte.
En lugar de pensar en lo que te hace falta, piensa en qué tienes que le hace falta a los demás.
Es pueril preguntarse dónde van las cosas y la gente. No van a ninguna parte y han llegado.
Hay una puerta por la que pueden entrar la buena o la mala fortuna, pero tú tienes la llave.
Imbecilidad. La propiedad de algunos cerebros de no dejarse contaminar por ninguna idea.