Confiá en tu propio instinto. Los errores bien pueden ser tuyos en lugar de los de alguien más.
De haber escrito mi propio epitafio este hubiese sido: Tuve una riña de enamorados con el mundo.
Donde con toda seguridad encontrarás una mano que te ayude, será en el extremo de tu propio brazo.
El amor propio es más ingenioso que el hombre más ingenioso de este mundo.
El buen gusto estropea ciertos valores espirituales auténticos: como el propio gusto.
El desconocimiento propio genera soberbia; pero el desconocimiento de Dios genera desesperación.