Te amo para amarte y no para ser amado, puesto que nada me place tanto como verte a ti feliz.
Todo lo que nace proviene necesariamente de una causa; pues sin causa nada puede tener origen.
Todo lo que realmente nos pertenece es el tiempo; incluso el que no tiene nada más, lo posee.
Un discípulo de quien jamás se pide nada que no pueda hacer, nunca hace todo lo que puede.
Un hombre que no arriesga nada por sus ideas, o no valen nada sus ideas, o no vale nada el hombre.