Nada es tan bello como las ruínas de una cosa bella.
Nada es tan difícil como no engañarse.
Nada es tan difícil que no pueda conseguir la fortaleza.
Nada es veneno, todo es veneno: la diferencia está en la dosis.
Nada es verdad, todo está permitido.
Nada está construido en la piedra. Todo está construido en la arena. Pero debemos construirlo como si la arena fuese piedra.
Nada está perdido si se tiene el valor de proclamar que todo está perdido y hay que empezar de nuevo.
Nada existe más dulce que la miel. Excepto el dinero.
Nada fortifica tanto las almas como el silencio; que es como una oración íntima en que ofrecemos a Dios nuestras tristezas.
Nada grande se ha hecho en el mundo sin una gran pasión.
Nada hay como un suspiro intercalado y entre suspiro y suspiro la melodía ininterrumpida.
Nada hay en el mundo tan común como la ignorancia y los charlatanes.
Nada hay en la mente que no haya estado antes en los sentidos.
Nada hay en la tierra mas difícil de sostener que la boca.
Nada hay más fuerte que el hábito.
Nada hay más injusto que buscar premio en la justicia.
Nada hay tan dulce como la patria y los padres propios, aunque uno tenga en tierra extraña y lejana la mansión más opulenta.
Nada hay tan útil como el arrepentimiento.
Nada hay, para el amor, como la tierra; ignoro si existe mejor sitio.
Nada induce al hombre a sospechar mucho como el saber poco.
Nada levanta tanto al hombre por encima de las mezquindades de la vida como admirar, sea lo que sea o a quienquiera que sea.
Nada limita tanto el logro como el pensamiento pequeño; nada amplía tanto las posibilidades como una gran imaginación.
Nada mas difícil, pero nada mas precioso que el saber decidirse.
Nada más evidente que el hecho de que cada nación da a su dios las características propias, y que cada individuo da a su dios sus peculiaridades personales.
Nada más hipócrita que la eliminación de la hipocresía.