No estimes el dinero en más ni en menos de lo que vale, porque es un buen siervo y un mal amo.
No te hagas demasiado amigo de nadie: tendrás menos alegrías pero también menos penalidades.
Para destruir las malas prácticas, la ley es mucho menos útil que los esfuerzos individuales.
Para hacer la paz se necesitan por lo menos dos, mas para hacer la guerra basta uno sólo.
Para trabajar basta estar convencido de una cosa: que trabajar es menos aburrido que divertirse.