Los santos esculpidos han ejercido en el mundo mucha mayor influencia que los vivos.
Los únicos ideales que vale la pena tener son los que puedes aplicar a la vida diaria. Y al mundo.
Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo pequeñas cosas, puede cambiar el mundo.
Nada en el mundo es más peligroso que la ignorancia sincera y la estupidez concienzuda.
Nada es más divertido que la infelicidad, te lo aseguro. Sí, sí, es la cosa más cómica del mundo.