Un necio encuentra siempre otro necio aún mayor que le admira.
Un niño siempre puede enseñar tres cosas a un adulto: a ponerse contento sin motivo, a estar siempre ocupado con algo y a saber exigir con todas sus fuerzas aquéllo que desea.
Un padre para cien hijos, antes que cien hijos para un padre.
Un pájaro que murió me dio un consejo: ten siempre en la mente el vuelo.
Un pariente pobre es siempre un pariente lejano.
Un periódico consta siempre del mismo número de palabras, haya noticias o no las haya.
Un poco fastidiosas, las flores para abrirse. ¡El buda dormido!.
Un soldado feliz no adquiere ningún derecho para mandar a su patria. No es el árbitro de las leyes ni del gobierno. Es defensor de su libertad.
Un tonto siempre encuentra otro más tonto que le admire.
Un traidor es un hombre que dejó su partido para inscribirse en otro. Un convertido es un traidor que abandonó su partido para inscribirse en el nuestro.
Un verdadero marido siempre es desconfiado.
Un zapato que se adapta a una persona, puede quedar mal en otra. No existe una receta para vivir que se adapte a todos.
Una actitud positiva puede realmente convertir los sueños en realidad-lo hizo para mi.
Una autoimagen fuerte y positiva es la mejor preparación posible para el éxito.
Una burbuja de aire en la sangre, una gota de agua en el cerebro, bastan para que el hombre se desquicie.
Una búsqueda comienza siempre con la suerte del principiante y termina siempre con la prueba del conquistador.
Una completa igualdad (para la mujer) significa más que el logro de objetivos estadísticos; debe cambiar la cultura.
Una experiencia bien realizada es siempre positiva.
Una experiencia nunca es un fracaso, pues siempre viene a demostrar algo.
Una filosofía que no sirve para resolver los problemas de la vida cotidiana, para curar las heridas del alma, no interesa.
Una fórmula para alcanzar la celebridad puede ser ésta: expresar ideas sencillas con claridad, ingenio y cortesía.
Una gran época de literatura tal vez sea siempre una gran época de traducciones.
Una guerra en la cual las victorias solamente sirven para parar los golpes y donde no hay ninguna intención de devolverlos, sería tan absurda como una batalla en la cual la defensa más absoluta (la pasividad) prevaleciese en todas las partes y de todas maneras.
Una idea fija siempre parece una gran idea, no por ser grande, sino porque llena todo un cerebro.
Una mentira nunca vive para llegar a vieja.