Cada trecho recorrido enriquece al peregrino y lo acerca un poco más a hacer realidad sus sueños.
Cada vez que se encuentre usted del lado de la mayoría, es tiempo de hacer una pausa y reflexionar.
Conocer las cosas que lo hacen a uno desgraciado, ya es una especie de felicidad.
Cualquiera puede hacer una cosa, el mérito está en hacer creer al mundo que uno lo ha hecho.
Cualquiera vale para enemigo, no así para amigo; pocos pueden hacer bien, y casi todos mal.