Podéis arrancar al hombre de su país, pero no podéis arrancar el país del corazón del hombre.
Por mucho que un hombre valga, nunca tendrá un valor más alto que el de ser un hombre.
Porque la tortuga tiene los pies seguros, ¿es ésta una razón para cortar las alas al águila?
Puede considerarse bienaventurado y no pedir mayor felicidad el hombre que ha encontrado su trabajo.