Es una especie de enfermedad natural de los poderosos no poder fiarse de los amigos.
Es verdad que cuando se pasan lo setenta son muy pocas las cosas que nos parecen disparates.
Escribir es como hacer el amor. No te preocupes por el orgasmo, preocúpate del proceso.
Escucha a tu voz interior y sigue adelante, aún cuando las personas te digan que no puedes hacerlo.
Esta noche se oirá dentro de tu piel. No hay ningún momento, que se pueda comparar al amor.