Frases de Marguerite Yourcenar

Se han encontrado 22 pensamientos de Marguerite Yourcenar



Te veo pálido y bello: tu carne es una antorcha hecha de cera y fuego.

Marguerite Yourcenar

¿A donde huir? Tu llenas el mundo. No puedo huir mas que en ti.

Marguerite Yourcenar

Cada uno de nosotros posee más virtudes de lo que cree, pero sólo el éxito las pone de relieve, quizá porque entonces se espera que dejemos de manifestarlas.

Marguerite Yourcenar


Todos los silencios de la tierra son pétalos de tu flor.

Marguerite Yourcenar

Escucha con la cabeza, pero deja hablar al corazón.

Marguerite Yourcenar

Todo ser que haya vivido la aventura humana, vive en mí.

Marguerite Yourcenar

¿Quién sería lo bastante insensato para morir sin haber dado al menos la vuelta a su cárcel?

Marguerite Yourcenar

Existe entre nosotros algo mejor que un amor: una complicidad.

Marguerite Yourcenar

Cuerpo, compañero, juntos nos moriremos. No puedo no querer la sombra que tenemos, no apresar con ella el resplandor de un verso.

Marguerite Yourcenar

Vuelvo a pensar en ti y te vuelvo a olvidar.

Marguerite Yourcenar

Nuestro gran error es intentar obtener de cada uno en particular las virtudes que no tiene, y desdeñar el cultivo de las que posee.

Marguerite Yourcenar

Exageráis la hipocresía de los hombres. La mayoría piensa demasiado poco para permitirse el lujo de poder pensar doble.

Marguerite Yourcenar

No hay nada que temer. He tocado fondo. No puedo caer mas bajo que tu corazón.

Marguerite Yourcenar

La miel de las heridas embalsama el amor.

Marguerite Yourcenar

Rocío: el verano te bebe.

Marguerite Yourcenar

Yo abrazo, delicia pura, tu cara desconocida, idéntica a mi alma.

Marguerite Yourcenar

¡Qué insípido hubiera sido ser feliz!.

Marguerite Yourcenar

Yo sufro la ausencia y el espacio duro; la pena es un muro.

Marguerite Yourcenar

La imagen del tiempo transcurrido se refleja en mi memoria.

Marguerite Yourcenar

Soy como ustedes un juguete en la enorme mano.

Marguerite Yourcenar

Mi viejo corazón es un Rey sin razón.

Marguerite Yourcenar

No hay nada que temer. He tocado fondo. No puedo caer más bajo que tu corazón

Marguerite Yourcenar


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