Debo poner mi vida en peligro y venir hasta Pakistán porque creo que el país está en peligro. La gente está preocupada. Vamos a sacar al país de esta crisis.
Dios creó al hombre a su imagen significa, probablemente, que el hombre creó a Dios a la suya.
Dios creó el desierto para que el hombre pudiera sonreir al ver las palmeras.
Dios, que te creó sin ti, no te salvará sin ti.
El dios en quien yo creo no nos manda el problema, sino la fuerza para sobrellevarlo.
El divorcio probablemente se remonta a la misma época que el matrimonio. Yo creo, sin embargo, que el matrimonio es algunas semanas más antiguo.
El hombre, en su orgullo, creó a Dios a su imagen y semejanza.
El pensamiento positivo es algo más que un eslogan. Cambia la forma en la que nos comportamos. Creo firmemente que cuando soy positivo, soy mejor y hago mejores a los demás.
En ningún momento he dudado que las mujeres son tontas. Al fin y al cabo el Todopoderoso las creó a imagen y semejanza de los hombres.
Es como para creer que al buen dios, que creó el mundo, no le gusta que los hombrecillos tengan por su parte (aunque a su reducida escala) una pasión parecida.
Es para mí una alegría oír sonar el reloj: veo transcurrida una hora de mi vida y me creo un poco más cerca de Dios.
Escribir es perdurar en la palabra, creo que sólo la ausencia puede nombrar a la ausencia. Pronunciar una palabra es fundar ya el olvido.
Fe: Yo te quiero porque te creo y no porque te entiendo.
He tratado de buscar el sentido de estas dos palabras, comunicación y compromiso, porque lo creo fundamental para el esclarecimiento de la situación.
La más estricta justicia no creo que sea siempre la mejor política.
La palabra "creencia" es algo difícil para mí. No creo. Tengo que tener una razón para una cierta hipótesis. O bien sé una cosa, y luego, sé que no necesito para creer.
Lo más humano que existe es el saber, no hay cosa más humana, y nosotros ya no sabemos nada. Creo que éste es un hecho fundamental en nuestra vida.
Lo que no sé, tampoco creo saberlo.
Lo que no tenemos lo encontramos en un amigo. Creo en este obsequio y lo cultivo desde la infancia. No soy en ello diferente a la mayor parte de los seres humanos. La amistades la gran liga inicial entre el hogar y el mundo. El hogar, feliz o infeliz, es el aula de nuestra sabiduría original pero la amistad es su prueba.
Me gusta estar con vos, me está gustando es más, creo que sin vos se angosta el espacio y falta aire en rincones íntimos.
Ningún dios ha sido más adelantado que la época que lo creó.
No creo en dios y no me hace ninguna falta. Por lo menos estoy a salvo de ser intolerante. Los ateos somos las personas más tolerantes del mundo. Un creyente fácilmente pasa a la intolerancia. En ningún momento de la historia, en ningún lugar del planeta, las religiones han servido para que los seres humanos se acerquen unos a los otros. Por el contrario, sólo han servido para separar, para quemar, para torturar. No creo en dios, no lo necesito y además soy buena persona.
No creo en la casualidad ni en la necesidad; mi voluntad es el destino.
No creo en la llamada de la sangre. La sangre no hace hermanos ni hijos. Conozco hermanos de sangre y padres e hijos que no se hablan o no se respetan.
No creo en la muerte, porque uno no está presente para saber que en efecto ha ocurrido.