El mejor recurso de nuestros días para ahorrar en mano de obra es 'mañana'.
El momento correcto para empezar no es mañana o la próxima semana, sino ahora.
El tesoro del hombre es su verde juventud; el resto de la vida es invierno y senectud.
El único límite para nuestra comprensión del mañana serán nuestras dudas del presente.