Se puede hacer mucho con la diplomacia, pero desde luego se puede hacer mucho más si la diplomacia está respaldada por la imparcialidad y la fuerza.
Se puede juzgar a un hombre por su nación, pero no a una nación por un hombre.
Se puede matar al soñador, pero no al sueño.
Se puede no deber nada devolviendo la luz al sol.
Se puede quitar a un general su ejército, pero no a un hombre su voluntad.
Se puede ser feliz sin talento, pero no sin pasión.
Se puede ser generoso dando poco y miserable dando más.
Se puede ser un buen hombre y hacer malos versos.
Se puede tener por compañera la fantasía, pero se debe tener como guía a la razón.
Se puede tener, en lo más profundo del alma, un corazón cálido, y sin embargo, puede ser que nadie acuda a él.
Se puede vivir sin un hermano, pero no sin un amigo.
Ser amado es muy diferente de ser admirado, pues se puede ser admirado de lejos, mientras para amar realmente a alguien, es esencial encontrarse en la misma habitación, y si posible debajo de la misma sábana.
Ser de la izquierda es, como ser de la derecha, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil: ambas, en efecto, son formas de la hemiplejía moral.
Ser esclavos de la propia imagen puede llegar a desvirtuar a una persona.
Sería una necedad pretender que el pueblo no puede cometer errores políticos. Puede cometerlos, y graves. El pueblo lo sabe y paga las consecuencias; pero comparados con los errores que han sido cometidos por cualquier género de autocracia, estos otros carecen de importancia.
Si cultivas con excesivo mimo el jardín secreto de tu alma, puede llegar a hacerse demasiado exuberante, a desbordar el espacio que le corresponde y, poco a poco, a invadir otras regiones de tu alma que no estaban llamadas a vivir en secreto. Y así puede ser que tu alma entera acabe convirtiéndose en un jardín cerrado y, pese a su esplendor y su perfume, sucumba a su propia soledad.
Si dios existe, el hombre es esclavo; ahora bien, el hombre puede y debe ser libre; por consiguiente dios no existe.
Si encomiendas a un hombre más de lo que puede hacer lo hará. Si solamente le encomiendas lo que puede hacer, no hará nada.
Si eres feliz, escóndete. No se puede andar cargado de joyas por un barrio de mendigos. No se puede pasear una felicidad como la tuya por un mundo de desgraciados.
Si es cierto que en cada amigo hay un enemigo potencial. ¿Por qué no puede ser que cada enemigo oculte un amigo que espera su hora?
Si hay una facultad de nuestra naturaleza que puede considerarse maravillosa, esa es la memoria.
Si la ayuda y la salvación han de llegar sólo puede ser a través de los niños. Porque los niños son los creadores de la humanidad.
Si la escritura es honesta no puede ir separada del hombre que la ha escrito.
Si los hombres emplean su libertad de tal manera que renuncian a ésta, ¿puede considerárseles por ello menos esclavos? Si el pueblo elige por un plebiscito a un déspota para gobernarlo, ¿sigue siendo libre por el hecho de que el despotismo ha sido su propia obra?
Si los pueblos no se ilustran, si no se divulgan sus derechos, si cada hombre no conoce lo que puede, vale, debe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas y será tal vez nuestra suerte cambiar de tiranos sin destruir la tiranía.