Dime que no me conformarás nunca, ni me darás la felicidad de la resignación, sino la felicidad que duele de los elegidos, los que pueden abarcar el mar y el cielo con sus ojos y llevar el Universo dentro de sus cuerpos.
Dios da, nunca vende.
Dios ha hecho el mundo redondo para que nunca podamos ver demasiado lejos el camino.
Dios mío, casi no he creído nunca en tí, pero siempre te he amado.
Dios no habría alcanzado nunca al gran público sin ayuda del diablo.
Donde el camino me llevó siempre una lumbre daba abrigo pero yo nunca conocí qué es una patria y un hogar.
Dos cojos nunca se miran con buenos ojos; y dos vizcos, con más motivo.
El alma noble nunca muere, más allá de su eternidad brillarán sus huellas.
El amor jamás reclama; da siempre. El amor tolera, jamás se irrita, nunca se venga.
El amor no envejece nunca; muere en la infancia.
El amor nunca deja de ser....
El amor nunca hizo ningún cobarde.
El amor nunca muere de hambre; con frecuencia de indigestión
El amor nunca muere de hambre; con frecuencia, de indigestión.
El amor nunca se muere de hambre, generalmente lo hace por indigestión.
El amor nunca se paga sino con puro amor.
El amor nunca tiene razones, y la falta del amor tampoco. Todo son milagros.
El ánfora guarda siempre el aroma del primer vino que guardó.
El arte nunca progresa, evoluciona.
El avaro nunca hace cosa acertada sino cuando muere.
El buen tiempo y el amor son dos cosas de las que nunca podemos estar seguros.
El cálculo nunca hace al héroe.
El corazón de la madre es el único capital del sentimiento que nunca quiebra, y con el cual se puede contar siempre y en todo tiempo con toda seguridad.
El corazón de una persona mala nunca es puro.
El derecho del obrero no puede ser nunca el odio al capital; es la armonía, la conciliación, el acercamiento común de uno y del otro.