Se puede aplastar una nación religiosa, pero no dividirla.
Se puede atacar la religión en su culto, en sus bienes, en sus ministros; pero no se puede conseguir que una sociedad subsista sin religión. Un monje ignorante pero henchido de fe puede fundar un imperio; Newton, el incrédulo, pesará los mundos, pero no podrá crear un pueblo.
Se puede calificar de hombre superior el que primero pone en práctica sus ideas, y después predica a los demás lo que él ya realiza.
Se puede confiar en las malas personas, no cambian jamás.
Se puede engañar a algunos todo el tiempo y a todos algún tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.
Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.
Se puede experimentar tanta alegría al proporcionar placer a alguien que se sienten ganas de darle las gracias.
Se puede hacer mucho con la diplomacia, pero desde luego se puede hacer mucho más si la diplomacia está respaldada por la imparcialidad y la fuerza.
Se puede juzgar a un hombre por su nación, pero no a una nación por un hombre.
Se puede matar al soñador, pero no al sueño.
Se puede no deber nada devolviendo la luz al sol.
Se puede quitar a un general su ejército, pero no a un hombre su voluntad.
Se puede ser feliz sin talento, pero no sin pasión.
Se puede ser generoso dando poco y miserable dando más.
Se puede ser un buen hombre y hacer malos versos.
Se puede tener por compañera la fantasía, pero se debe tener como guía a la razón.
Se puede vivir sin un hermano, pero no sin un amigo.
Se repartió mi alma para formar tu alma. y fueron nueve lunas y fue toda una angustia de días sin reposo y noches desveladas.
Ser amado es muy diferente de ser admirado, pues se puede ser admirado de lejos, mientras para amar realmente a alguien, es esencial encontrarse en la misma habitación, y si posible debajo de la misma sábana.
Ser de la izquierda es, como ser de la derecha, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil: ambas, en efecto, son formas de la hemiplejía moral.
Ser esclavos de la propia imagen puede llegar a desvirtuar a una persona.
Ser río que corre, ser nube que pasa, sin dejar recuerdos ni rastro ninguno, es triste, y más triste para el que se siente nube en lo elevado, río en lo profundo.
Sería una necedad pretender que el pueblo no puede cometer errores políticos. Puede cometerlos, y graves. El pueblo lo sabe y paga las consecuencias; pero comparados con los errores que han sido cometidos por cualquier género de autocracia, estos otros carecen de importancia.
Si cuando estás triste sonries, los demás te devuelven la sonrisa, y eso hace que la carga de la tristeza sea más ligera.
Si dios existe, el hombre es esclavo; ahora bien, el hombre puede y debe ser libre; por consiguiente dios no existe.