Las barricadas sólo tienen dos lados.
Las cosas se llaman equívocas cuando tan sólo tienen de común el nombre.
Las cosas sólo tienen el valor que les damos.
Las grandes almas tienen voluntades; las débiles tan solo deseos.
Los árboles tienen una vida secreta que sólo les es dado conocer a los que se trepan a ellos.
Los débiles tienen un arma: los errores de los que se creen fuertes.
Los libros sólo tienen valor cuando conducen a la vida y le son útiles.
Sólo los tontos tienen muchas amistades. El mayor número de amigos marca el grado máximo en el dinamómetro de la estupidez.
¿De qué sirve la libertad política para los que no tienen pan? Sólo tiene valor para los teorizantes y los políticos ambiciosos.
A veces quiero preguntarte cosas, y me intimidas tú con la mirada, y retorno al silencio contagiada del tímido perfume de tus rosas.
A veces quise no soñar contigo, y cuanto más quería más soñaba, por tus versos que yo saboreaba, tú el rico de poemas, yo el mendigo.
Alto profundo es esto que nos une, esto que nos devora y que nos crea; ya se puede vivir teniendo el alma cogida por el alma del que esperas.
Cristales de tu ausencia acribillan mi voz, que se esparce en la noche por el glacial desierto de mi alcoba. Yo quisiera ser ángel y soy loba. Yo quisiera ser luminosamente tuya y soy oscuramente mía.
Debemos inquietarnos por curar las simientes, por vendar corazones y escribir el poema que a todos nos contagie.
En el árbol de mi pecho hay un pájaro encarnado. Cuando te veo se asusta, ¡eres un espantapájaros!.
En el mundo animal pasan las cosas más bellas de la vida.
En vista de lo visto me desvisto, me desnudo a mí misma y me mantengo, me encanta este tener lo que no tengo.
La luna sin espejo de la noche, la noche sin misterios por la luna, entonces me di cuenta, tienes una espalda tan hermosa como un ciervo.
Lo mejor del olvido es el recuerdo...
Poetas, no perdamos el tiempo, trabajemos, que al corazón le llega poca sangre.
Presiento que me quiere quien no puede quererme.
Quién dijo que la melancolía es elegante? Quitaros esa máscara de tristeza, siempre hay motivo para cantar, para alabar al santísimo misterio, no seamos cobardes, corramos a decírselo a quien sea, siempre hay alguien que amamos y nos ama.
Quiero que llegue, pero no deseo acercarme a tu voz y no quemarme.
Y crear esa frase que abrace todo el mundo; los poetas debiéramos arrancar las espadas, inventar más colores y escribir padrenuestros.
¡La mujer y el niño necesitan más cariño, que leche!.