El deseo intenso crea no sólo sus propias oportunidades sino además sus propios talentos.
El escritor original no es aquel que no imita a nadie, sino aquel a quien nadie puede imitar.
El escritor sólo puede interesar a la humanidad cuando en sus obras se interesa por la humanidad.
El gesto de amargura del hombre es, con frecuencia, sólo el petrificado azoramiento de un niño.
El hombre feliz es aquel que siendo rey o campesino, encuentra paz en su hogar.