Nada está perdido si se tiene el valor de proclamar que todo está perdido y hay que empezar de nuevo.
Nadie acepta ser viejo porque nadie sabe serlo, como un árbol o como una piedra preciosa.
Nadie desaparece del todo de la vida de uno, si ha sabido imprimir buenas huellas en el recuerdo.
Nadie entiende que lo has dado todo. Debes dar más.
Nadie está tan ocupado como para no encontrar tiempo para contarle a todo el mundo lo ocupado que está.
Nadie puede censurar o condenar a otro, porque nadie conoce perfectamente al otro.
Nadie puede hacer el bien en un espacio de su vida, mientras hace daño en otro. La vida es un todo indivisible.
Nadie te ha dado nada por nada si nadie te ha dado el corazón, porque sólo el corazón se da por nada.
Ni el pasado existe, ni el futuro. Todo es presente.
Ni siquiera la prueba de lo absurdo de sus sospechas podrá consolar al celoso, porque los celos son la enfermedad de la imaginación.
Ningún hombre es una isla, algo completo en sí mismo; todo hombre es un fragmento del continente, una parte de un conjunto.
Ninguna criatura humana es comprendida por criatura humana alguna. Todo lo más, por costumbre, paciencia, interés, amistad, se aceptan o se toleran.
Ninguna fuerza abatirá tus sueños, porque ellos se nutren con su propia luz. Se alimentan de su propia pasión.
Ninguno ama a su patria porque es grande, sino porque es suya.
Ninguno ha dicho la verdad total, porque no existe. Tenemos solo pensamientos breves, ligeros. De materia que se consume al arder.
No conozco mayor enemigo del hombre que el que es amigo de todo el mundo.
No consideramos que la justicia se nos presente por naturaleza, porque sí, sino porque se puede enseñar y se aprende con la práctica.
No creo en la muerte, porque uno no está presente para saber que en efecto ha ocurrido.
No debemos perder la fe en la humanidad que es como el océano: no se ensucia porque algunas de sus gotas estén sucias.
No dejéis el pasado como pasado, porque pondréis en riesgo vuestro futuro.
No desearlo todo para sí; quitarse algo de sí para que toquen a igual parte todos, es valor que parece heroico, a juzgar por el escaso número de los que dan prueba de él.
No desesperes, ni siquiera por el hecho de que no desesperas. Cuando todo parece terminado, surgen nuevas fuerzas. Esto significa que vives.
No eres más porque te alaben, ni menos porque te critiquen; lo que eres delante de Dios, eso eres y nada más.
No es bueno que todo suceda como deseamos.
No es bueno que todo suceda como deseamos. Cuando todo nos sonríe en el mundo, nos apegamos a éste muy fácilmente y el encanto es muy fuerte. Por eso, y porque Dios nos ama, no permite que durmamos mucho y muy cómodamente en este lugar de destierro.