Los sentimientos son los instrumentos de que dispone el sujeto para estar interesado en los objetos que le rodean. Sin los sentimientos seríamos prácticamente muebles.
Los seres humanos no nacen para siempre el día en que sus madres los alumbran, sino que la vida los obliga a parirse a sí mismos una y otra vez.
Los seres humanos serán más felices cuando encuentren caminos para vivir como las antiguas comunidades primitivas. Esa es mi utopía.
Los tristes tienen dos motivos para estarlo.
Los viajes sólo son necesarios para las imaginaciones menguadas.
Los vicios se aprenden sin maestro.
Luchar para vivir la vida, para sufrirla y para gozarla... La vida es maravillosa si no se le tiene miedo.
Luchemos por cosas lo bastante grandes para que nos importen, y lo suficiente pequeñas para poder ganarlas.
Maestro, quisiera saber cómo viven los peces en el mar. Como los hombres en la tierra: los grandes se comen a los pequeños.
Mala es la guerra para los que tienen un hijo en ella.
Marilyn era un absoluto genio como actriz cómica, con un sentido extraordinario para los diálogos cómicos. Tenía ese don. Nunca después he vuelto a encontrar una actriz así.
Más hermosa que todas las mujeres posibles (y esto basta para definirla).
Mas precisamente para el héroe lo bello es lo más difícil. Inaccesible es la belleza a todas las voluntades impetuosas.
Más se unen los hombres para compartir un mismo odio que un mismo amor.
Me atrevo a cambiar la frase de voltaire para decir que, preferiblemente, si dios realmente existiera, sería necesario abolirlo.
Me cuesta bajar el poema del aire, allí donde me hundo con el plumaje vertical de las palabras. Rozando el infierno y el invierno el poema es un dios de pies ligeros apaleado por las estrellas.
Me decían que eran necesarios unos muertos para llegar a un mundo donde no se mataría.
Me encanta el poder. Pero lo amo como a un artista. Me encanta como el músico ama a su violín, para extraer de él sus sonidos, acordes y armonías.
Me gusta la gente que se niega a hablar hasta que está preparada para hablar.
Me gustaría vivir eternamente, por lo menos para ver cómo en cien años las personas cometen los mismos errores que yo.
Me he dedicado a investigarla vida y no sé por qué ni para qué.
Me he quedado con mi alma para pensar solo en ti.
Media noche de escarcha. Para dormir me cubro con la manga del espantapájaros Un día de tranquila alegría.
Mediocre alumno el que no sobrepasa a su maestro.
Medir las palabras no es necesariamente endulzar su expresión sino haber previsto y aceptado las consecuencias de ellas.