El mal que me ha sucedido yo nunca lo lamenté, pero tampoco lo olvido pues dio sentido a mi bien.
El más terrible de los sentimientos es el sentimiento de tener la esperanza perdida.
El miedo ante la unión, ante el fluir hacia la otra parte. Entonces ya no estoy nunca más solo.
El optimismo es la fe que conduce al logro. Nada puede hacerse sin esperanza y confianza.