El autor que habla de sus propios libros es peor que la madre que sólo habla de sus hijos.
La primera mitad de nuestra vida nos la estropean nuestros padres; la segunda nuestros hijos.
La tierra no nos fue heredada por nuestros padres, nos fue prestada por nuestros hijos.
Las desgracias, al igual que la fortuna, sólo llegan cuando las hemos buscado con nuestros actos.
Pocas cosas resultan más satisfactorias que ver a nuestros hijos criar hijos adolescentes.
Trabajemos por y para la patria, que es trabajar para nuestros hijos y para nosotros mismos.
"No hay límites", sólo oportunidades de triunfar y de alcanzar lo que Dios nos coloque por delante.
-Las buenas cosas ocurren todos los días. Solo nos tenemos que dar cuenta de ellas.