Soñaba con ser vieja para tener tiempo para muchas cosas. No quería ser joven, porque perdía el tiempo en amar solamente. Ahora pierdo más tiempo que nunca en amar, porque todo lo que hago lo hago doblemente.
Sonríe aunque sólo sea una sonrisa triste, porque más triste que la sonrisa triste, es la tristeza de no saber sonreír.
Sostengo que quien infringe una ley porque su conciencia la considera injusta, y acepta voluntariamente una pena de prisión, a fin de que se levante la conciencia social contra esa injusticia, hace gala, en realidad, de un respeto superior por el derecho.
Soy la única que puede gobernar mi país porque conozco a Occidente, porque quiero el progreso. Por eso muchos me quieren muerta; pero quien asesine a una mujer se quemará en el infierno.
Sucede a veces que se discute porque no se llega a comprender lo que pretende demostrar nuestro interlocutor.
Tarea delicada la de apaciguar muchedumbres, porque hacer mucho puede ser tan funesto como no hacer nada.
Te llaman porvenir porque no vienes nunca.
Te llamas Rosa y yo Esperanza, pero tu nombre olvidarás, porque seremos una danza en la colina y nada más...
Te quiero porque me haces feliz, porque forjas primaveras de agua y miel, porque existes en todos mis rincones ¡y porque no sé hacer otra cosa que querer!.
Tienes el poder para ser libre en este mismo momento, el poder está siempre en el presente porque toda la vida está en cada instante.
Toda superioridad fisica es perecedera, porque está fisiológicamente condenada a agotarse, mientras que la inteligencia se renueva una y otra vez por sí misma. Y por eso al fin ha de imponerse a la violencia, aunque sólo sea por medio de la palabra, nacida inmortal de su seno.
Todas las cosas fingidas caen como flores marchitas, porque ninguna simulación puede durar largo tiempo.
Todo el que cree, piensa. Porque la fe, si lo que cree no se piensa, es nula.
Todos estamos aquí porque. . . Creemos. . . Que la pobreza es intolerable en un mundo de abundancia. Y todos estamos aquí porque estamos convencidos -- más bien sabemos -- que podemos terminar con la pobreza en el espacio de nuestra vida, con nuestras propias manos y nuestras propias mentes.
Todos los seres, todos los acontecimientos de tu vida, están ahí porque tú los has convocado. De ti depende lo que resuelvas hacer con ellos.
Todos mienten, pero no importa porque nadie escucha.
Todos, en el fondo, estamos metidos en un libro, porque la literatura abarca todo aquello que entendemos por real.
Trata bien a alguien porque quieres algo mejor para ti; crecer como persona. No lo hagas porque busques algo de alguien.
Traten de verse a sí mismos, porque no se conocen. Deben darse cuenta de este riesgo; el hombre que trata de verse a sí mismo puede ser muy infeliz, porque verá muchas cosas malas, mucho que querrá cambiar, y ese cambio es muy difícil. Es fácil empezar, pero una vez que hayan abandonado su silla, será muy difícil conseguir otra, y esto puede causar una desdicha muy grande.
Triste cosa es no tener amigos, pero más triste debe ser no tener enemigos, porque quien enemigos no tenga, señal de que no tiene: ni talento que haga sombra, ni valor que le teman, ni honra que le murmuren, ni bienes que le codicien, ni cosa buena que le envidien.
Turbada transparencia me dejaste. Porque tu blanca miel labró mis huesos y en limo y hojarasca me encerraste.
Un amigo me preguntaba porqué no construíamos ahora catedrales como las góticas famosas, y le dije: Los hombres de aquellos tiempos tenían convicciones; nosotros, los modernos, no tenemos más que opiniones, y para elevar una catedral gótica se necesita algo más que una opinión.
Un capuchino decía: "¡Qué sabio ha sido Dios poniendo la muerte después de la vida! Porque si la hubiera puesto antes, no hubiéramos tenido tiempo para hacer penitencias".
Un filósofo que no podía caminar porque pisaba su barba, se cortó los pies.
Un hombre no es desdichado a causa de la ambición, sino porque ésta lo devora.