Nadie se baña en el río dos veces porque todo cambia en el río y en el que se baña.
No esperes al día en que pares de sufrir, porque cuando llegues sabrás que estás muerto.
No estimes el dinero en más ni en menos de lo que vale, porque es un buen siervo y un mal amo.
No hace falta defender siempre la misma opinión porque nadie puede impedir volverse más sabio.